Una vez que el paciente ha sido diagnosticado con un tumor cancerígeno, el médico decide cuál de los tratamientos es el más conveniente. Uno de ellos es la cirugía oncológica la cual consiste en extirpar el tumor y el tejido que lo rodea; sin embargo, también es posible que se realice una intervención para obtener un diagnóstico más precios, esta es conocida como biopsia.

Existen dos tipos de biopsias; la primera es la biopsia incisional que solo toma una parte de tejido sospechosos y la otra es la biopsia escisional con la que se extra de manera total el área sospechosa. Es, a través de estos procedimientos que un patólogo puede evaluar las células en busca de cáncer.

Es importante destacar que la cirugía es una de las maneras más efectivas de eliminar el cáncer y evitar que se disemine por medio de los ganglios linfáticos. También puede combinarse con otros tratamientos como la radioterapia o quimioterapia en la que hablaremos en nuestra siguiente entrada.

Con información de Cancer.Net y Manual MSD.