El cuerpo está formado por células que se dividen para producir otras nuevas a medida que el cuerpo las necesita; al envejecer o estar dañadas, estas mueren. Sin embargo, existen cambios genéticos que ocasionan que las células crezcan de manera descontrolada formando lo que es conocido como tumor, el cual puede ser benigno o  maligno (canceroso).

Los crecimientos anormales que son benignos se mantienen en una sola parte del cuerpo, sin invadir otros tejidos ya que no produce metástasis; por lo que en términos generales no pone en riesgo la salud del paciente. No obstante, pueden presentar complicaciones en caso de que presionen otros órganos o estructuras. Para tratarlos suele recurrirse a la cirugía para extraerlos.

En el caso de los tumores malignos, a medida que las células crecen, estas pueden entrar al torrente sanguíneo o el sistema linfático, transportándose a todo el cuerpo, generando tumores nuevos. A este proceso se le conoce como metástasis.

Algunos de los síntomas que se presentan cuando el tumor se trata de cáncer son: fiebre, fatiga, dolor y cambios en la piel. Ante cualquier sospecha, es importante acudir con un especialista como el Dr. Juan Manuel Aguilar Melchor, médico oncólogo, cuyo consultorio se encuentra en Morelia.

Con información de American Society of Clinical Oncology, Centro Oncológico Integral y Medline Plus.